lunes, 27 de abril de 2015

11. El Despertad

Cuando la mente supera el ego y la individualidad y te conecta con algo superior a ti, la sensación y las barreras del tiempo y del espacio, cuando estas conectado con la esencia del Todo en Amor, es cuando has sintonizado con el ritmo del Universo, y en esos instantes y momentos de oro has entrado en El  Despertar, es una capacidad de maravillarse y disfrutar gozando con todo.
Cuando te llegue el momento, debes saber que entre estos despertares tuyos y el de los maestros solamente hay una diferencia, la duración en el sentido humano, de forma que cuanto más evolucionado estás,  el tiempo deja de limitarte y angustiarte, pero la intensidad es la misma: conectar con el Amor en una Conciencia que no tiene fin, en la que todo es vivido con plenitud.
Esta capacidad de conectarse la perdemos de origen, con la educación, la sociedad, imaginamos paraísos e infiernos fuera de nosotros sin recordar que la esencia divina está dentro de nosotros y que colocar el paraíso   fuera del  Yo es abrir las puertas al sufrimiento y la insastifacción.
Por ello, algunas religiiones y sectas con sus prohibiciones, especulaciones y dogmas impuestas, colocan lo divino fuera del hombre para alejarle de su esencia divina, utilizando la culpabilidad, el temor y la obediencia, que originan sentimentos de sepación, para que todo les encaje y poder ejercer el control, colmando la sed de conexión del ser humano.
La importancia de tener una conciencia permanente de nuestra esencia divina deberiamos mantener.  Por esta razón, la primera meta debe ser tomar conciencia de nuestra esencia divina, interiorizar esa realidad y dejar que la conciencia llene  nuestra vida para acercarnos a la experiencia continua de lo divino, recordando esa capacidad de maravillarnos por todo, como  lo que vemos en los niños, su confianza es absoluta en si mismos, su apertura al mundo y su energía ilimitada que todavia conservan. Ya de adulto esta en nuestro insconciente "el niño inteior".
Lo externo no nos satisface, la fuente mayor de satisfacción está dentro de nosotros y cuando se proyecta, cuando damos amor y alegría a los demás nos encontramos plenos.
Por ello, si situamos nuestra  fuente de satisfacción en factores, externos a nosotros pronto dejaremos de estat satisfechos, porque no lo podremos  conrolar.
El deseo de las cosas externas nos produce preocupación, porque tenemos la creencia de que el disfrute de estos deseos nos va  satisfacer, pero cuanto más tenemos más deseamos y por ello el deseo continuo de placeres materiales y el ansia de posesión nos provoca insastifacción, porque son cosas externas a nosotros qu se escapan a nuestro control.

Generalmente, en nuestra vida cotidiana nos olvdamos de quienes somos y concentramos nuestras energías física y mental en los placeres o cosas materiales que están fuera de nosotros, olvidandonos de cultivarnos, a nosotros mismo de satisfacernos orientándonos hacia nuesro interior.
El maestro está en nuestro interior. Tenemos que ser conscientes de que el maestro está en nosotros y que la excesiva dependencia o devoción hacia un maestro exterior, nos hace perder el contacto con nuestro maestro interior y esto puede hacernos retroceder en nuestra espiritualidad y nuestro camino de evolución. La única misión de un maestro físico, es mostrarnos el camino, motivarnos abrinendo su corazón para que podamos llegar al nuesro.
Aquel que en este mundo, antes de liberarse del cuerpo material, puede resistir los impulsos del deseo  la pasión, alcanza la unión espiritual  vive dichoso.

Salud

Juan Mauel Miyagui

proxmo tema:  El método Reiki  

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